Introducción al artículo: A partir de la entrada en vigor de la normativa española (Real Decreto47/2007) sobre el certificado de la eficiencia energética de los edificios, todos los edificios de nueva construcción tienen que tener disponible para el comprador o inquilino este certificado.
En este artículo se exponen las ventajas derivadas de disponer una vivienda o edificio con una buena calificación de eficiencia energética, tanto a la hora de usarlo, como de venderlo o alquilarlo.
Artículo entero:
En este artículo se exponen las ventajas derivadas de disponer una vivienda o edificio con una buena calificación de eficiencia energética, tanto a la hora de usarlo, como de venderlo o alquilarlo.
Artículo entero:
A partir de la entrada en
vigor de la normativa española (Real Decreto47/2007) sobre el certificado de la eficiencia energética de los edificios,
todos los edificios de nueva construcción tienen que tener disponible para el
comprador o inquilino este certificado. Sólo están excluidos de esta obligación
los edificios y monumentos protegidos y los lugares de culto, entre otros.
Por otra parte, se espera la entrada
en vigor del nuevo Real Decreto que también obligará a tener la certificación de
eficiencia energética a los edificios existentes que se quieran vender o
alquilar, y éste se espera que esté vigente antes del 1 de enero de 2013. Modificación del artículo realizada a 01/06/2013: Hoy ha entrado en vigor el RD 235/2013 por el que se regula la obligación de la certificación energética para edificios, obligatoriedad para poder vender o alquilar.
Estas normativas harán que en breve en España, como ya pasa en muchos otros países, cada vivienda que se quiera vender o alquilar, ya sea nueva o no, tenga
que tener una etiqueta similar a la que tienen actualmente ya los electrodomésticos
en cualquier tienda, y que indica lo eficientes energéticamente que son. Estas
etiquetas ya se utilizan actualmente en las viviendas nuevas, y se determina el
nivel de eficiencia energética siguiendo una escala de colores y de letras que
va desde la A para
la más eficiente, hasta la G
para la menos eficiente.
El propietario de la vivienda,
en todos los casos, es el responsable de conseguir el certificado
correspondiente y de correr con los gastos de dicha obtención, y esta es la
parte negativa de la normativa. Por otra parte, está previsto en la nueva
normativa que junto con el certificado, la casa analizada reciba además una
serie de recomendaciones de mejora que permitan aumentar su calificación en la escala de eficiencia energética. No se puede saber aún exactamente el coste de realización
de este certificado, ya que vendrá dado por el propio mercado de oferta y
demanda, pero se puede decir que en otros países dónde ya está realizándose, el
coste de para una vivienda de unos 100m2 viene a rondar los 250€.
Esta disminución de gasto en
los consumos energéticos representa mucho dinero en cuanto al consumo de energía.
Si ponemos un ejemplo muy simple en que una vivienda de calificación G gasta
unos 10.000€ anuales en energía, una vivienda de características similares pero
de calificación A gastaría alrededor de unos 1.500€ anuales.
Estas diferencias en el gasto
anual en temas de energía, y sobretodo por el aumento continuo del precio de
las energías, hacen que cada vez más se tengan que tener muy en cuenta las calificaciones
energéticas a la hora de comprar o alquilar una vivienda, ya que los gastos en
energía pueden llegar a representar un porcentaje bastante elevado en el gasto
total anual de una familia.
Por este motivo, el
propietario de una vivienda con calificación de eficiencia energética A, tendrá
una vivienda mucho más competitiva en el mercado y podrá incrementar su precio
de venta o alquiler, respecto a otras con calificación de eficiencia energética
inferior. Por otra parte, el comprador o el inquilino amortizará en breve su
mayor inversión al comprar una vivienda eficiente energéticamente.
La promoción de edificios de
alta eficiencia energética y las inversiones en ahorro de energía, parecen ser los
objetivos de la puesta en marcha del certificado de eficiencia energética. Con
ello también se conseguirá reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera,
contribuyendo así a cumplir con los compromisos internacionales, como el del protocolo
de Kioto.
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